¿Eres el propietario de una pequeña empresa y estás pensando en abrir un pet shop, o ya lo gestionas pero aún no tienes mucha familiaridad con el mundo de los animales domésticos? Probablemente te estarás preguntando cómo aconsejar a tus clientes sobre el cuidado diario del perro, desde la elección del collar más adecuado hasta los hábitos de higiene.
Una de las dudas más frecuentes que plantean los propietarios de perros es: “¿Debo quitar el arnés y el collar durante la peluquería?”.
Una pregunta aparentemente sencilla, pero que esconde varios aspectos prácticos e importantes para el bienestar del perro.
En este artículo te guiaré paso a paso: descubrirás cuándo y por qué retirar estos accesorios, qué herramientas aconsejar a tus clientes y cómo transformar esta información en una ventaja competitiva para tu tienda.
Por qué es importante quitar arneses y collares durante la peluquería canina
Muchos propietarios dejan el arnés o el collar incluso mientras cepillan o lavan al perro, pensando que no hay consecuencias. En realidad, hay muy buenas razones para quitarlos:
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Higiene: el agua y los productos detergentes pueden acumularse bajo collares y arneses, causando malos olores e irritaciones cutáneas.
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Pelo uniforme: dejar el collar durante el cepillado impide desenredar correctamente el pelo y favorece la formación de nudos.
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Seguridad: durante el secado con secador o máquinas de cortar, un collar de metal puede calentarse y resultar molesto, mientras que un arnés mojado puede provocar rozaduras.
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Control de la piel: quitar el accesorio permite verificar que no haya enrojecimientos, parásitos o pequeñas heridas ocultas.
Explicar estas razones a tus clientes te ayuda a posicionar tu pet shop no solo como punto de venta, sino como un lugar de asesoramiento y confianza.
Cuál es el momento adecuado para quitarlos
Así es como puedes aconsejar a tus clientes sobre cómo manejar la retirada de collares y arneses durante las fases de la peluquería canina:
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Antes del baño
Es fundamental quitar el collar y el arnés antes de mojar al perro. Esto evita que queden impregnados de agua, con el riesgo de malos olores e irritaciones. -
Durante el cepillado
Para desenredar bien el pelo, especialmente en razas de pelo largo o rizado, es importante trabajar en todo el cuerpo del perro sin obstáculos. -
Al momento del secado
Los collares y arneses pueden obstaculizar la circulación del aire caliente del secador y favorecer la formación de humedad residual. -
Solo después del arreglo
Una vez completado el cuidado del pelaje, el perro puede volver a usar su accesorio, quizás limpio o reemplazado por uno de repuesto.
Consejos prácticos para tu pet shop
Como propietario de una tienda, puedes transformar este consejo en una estrategia comercial.
Aquí tienes algunas ideas prácticas:
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Ofrecer collares y arneses lavables: los clientes apreciarán artículos fáciles de limpiar, de nylon o tejidos técnicos.
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Sugerir un set de repuesto: tener dos arneses o collares permite alternarlos cuando uno está en lavado.
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Combinar accesorios y arreglo: por ejemplo, ofrecer paquetes que incluyan cepillos, champú y un nuevo arnés coordinado.
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Integrar ropa para animales: abrigos, impermeables y suéteres no solo protegen al perro, sino que mantienen el pelaje más limpio después del arreglo.
Este enfoque te permite aumentar el valor medio de cada venta y al mismo tiempo ofrecer un servicio útil y enfocado.
Herramientas esenciales para ofrecer a los clientes
Si quieres convertir tu pet shop en un punto de referencia, aquí tienes una lista de productos que no deberían faltar:
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Cepillos y cardadores para diferentes tipos de pelaje.
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Champús específicos (hipoalergénicos, para pelo corto o rizado).
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Arneses ajustables y collares ergonómicos, fáciles de poner y quitar.
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Toallitas limpiadoras para limpiezas rápidas entre un arreglo y otro.
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Ropa para animales para proteger el pelaje después del lavado.
Ofrecer estos productos junto con consejos prácticos refuerza tu imagen como profesional del sector.
Errores comunes que evitar
Muchos propietarios cometen errores que puedes ayudar a prevenir con un buen consejo:
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Dejar siempre el collar al perro: la piel puede irritarse y el pelaje dañarse.
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No lavar los accesorios: arneses y collares sucios acumulan bacterias y malos olores.
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Usar productos no específicos: champús para humanos o cepillos inadecuados pueden dañar el pelaje.
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No tener un accesorio de repuesto: útil si el primero se rompe o queda mojado.
Ser capaz de informar a los clientes sobre estos aspectos hace que tu tienda se perciba como un lugar confiable y competente.
El valor añadido para tu negocio
Invertir en formación, incluso en temas simples como la gestión de collares y arneses durante el aseo, significa crear un vínculo más fuerte con los clientes.
Cada consejo que ofreces se convierte en una oportunidad para fidelizar y para mostrar que tu pet shop no es solo una tienda, sino un punto de referencia para quienes aman a los animales.
Además, integrar un surtido de ropa para animales aumenta el atractivo de tu catálogo: un cliente que entra para comprar un cepillo o un champú podría quedar impresionado por un abrigo elegante o un impermeable práctico para su perro.
Conclusión
El aseo no es solo una cuestión estética, sino un momento importante para el bienestar del perro. Saber aconsejar a tus clientes sobre cuándo quitar arneses y collares marca la diferencia entre una tienda de mascotas cualquiera y una tienda que inspira confianza.
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